diciembre 18, 2024

La Abstención del Voto: Un Grito de Rebeldía en la República Dominicana

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En la República Dominicana, la abstención del voto ha dejado de ser un acto pasivo para convertirse en un grito de rebeldía. Es la manifestación de un pueblo que, cansado de las promesas incumplidas y de un sistema que perpetúa las desigualdades, decide no participar en lo que percibe como una farsa electoral. Los dominicanos que optan por no votar no lo hacen por desinterés, sino por la profunda convicción de que su voto ya no tiene el poder de cambiar sus realidades.

Los hijos de machepa, aquellos que han construido esta nación con sus manos, han visto cómo sus esperanzas se desmoronan una y otra vez. Han escuchado promesas de justicia social, de progreso, de equidad, pero han sido testigos de cómo esas promesas se diluyen en el aire una vez alcanzado el poder. Se sienten traicionados por líderes que, en lugar de representar sus intereses, se alinean con los tutumpotes, esa élite que controla los destinos del país desde las sombras.

La abstención del voto es el eco de ese cansancio histórico. Es la respuesta de un pueblo que ha perdido la fe en un sistema que no lo representa. Es una forma de decir «basta» a la perpetuación de un ciclo de pobreza y exclusión que parece no tener fin. Es un acto de resistencia contra un sistema que ha fallado en cumplir con las expectativas más básicas de quienes lo sostienen con su trabajo y su esfuerzo.

Pero este grito de rebeldía también es una advertencia. Una advertencia de que la democracia dominicana está en peligro si no se atienden las causas profundas de este desencanto. La creciente abstención es un síntoma de que la legitimidad del sistema está en juego, de que el pueblo está perdiendo la confianza en el poder de su voto como herramienta de cambio.

El desafío para los líderes políticos es inmenso. Deben entender que no se trata solo de movilizar a la gente para que acuda a las urnas, sino de devolverles la fe en un sistema que ha sido secuestrado por los intereses de unos pocos. Es imperativo que se rompa el ciclo de exclusión, que se ponga realmente a la gente en primer lugar, y que se materialicen las promesas de una patria donde todos tengan la oportunidad de prosperar.

La abstención del voto es un llamado urgente a la acción. Es hora de que la clase política despierte y transforme las palabras en hechos, antes de que el grito de rebeldía se convierta en una crisis irreversible para la democracia dominicana

La abstención del 2024 superó el registro de los que no votaron en comparación cuando azotó el coronavirus. En la más reciente contienda por alcanzar la Presidencia de la República. Con el 99.96 % de los votos computados, el registro de los que no votaron fue de un 45.6 %