¡No fué sólo Luperon!
Por Santiago Mata.
Cada vez que llega el 16 de agosto, cosa que ocurre cada año, recuerdo una lección rescatada por el Prof. Juan Bosch y que ha permanecido en algún rincón del olvido en la Historia Dominicana.
Reflexionaba Bosch que “ El pueblo dominicano cree a pie juntillas que el gran héroe y jefe militar de la guerra Restauradora, fue Gregorio Luperón, y sin dudas fue un héroe y un jefe militar, y además el prestigio que conquistó en esa guerra iba a llevarlo al liderazgo del Partido Azul; pero el gran jefe guerrero fue Gaspar Polanco, a quien se menciona de tarde en tarde como si tuviera menos categoría que Benito Monción, cuyo nombre le ha sido dedicado a plazas, calles y hasta a un municipio, y lo cierto es que si una mano poderosa hubiera podido sacar a Gaspar Polanco de la fila de los restauradores en los primeros veintiún días de la guerra, es casi seguro que la historia de esa epopeya sería otra”.
Gaspar Polanco era general de caballería de las fuerzas españolas, pero dominicano, soldado de las guerras contra Haití, en las cuales alcanzó el grado de Coronel, y fue ascendido por Santana al de General de Brigada.
De origen campesino, nacido en un paraje de Guayubín llamado Corral Viejo, nunca había aprendido a escribir ni siquiera su nombre, pero tenía las más extraordinarias condiciones de jefe de armas que hasta el año 1863 se habían reunido en un dominicano.
El general Gaspar Polanco, analfabeto nacido en un campo de Guayubin , ordenó el 6 de septiembre de 1863 la acción más importante de la Guerra de la Restauración : el incendio de Santiago , hecho único en la historia de las guerras de independencia latinoamericanas .
Polanco presidió en 1864 el segundo gobierno de la Restauración.
General en Jefe de los Ejércitos en Operaciones de la República, era su título, Gaspar Polanco, Jefe de nuestra guerra Restauradora y su retrato debe aparecer en algún lugar de esta nota, por lo menos.
Eso nos enseñó Juan Bosch y nunca, ni siquiera en los años en los que el PLD dirigió el estado dominicano, nos hemos recordado de esa lección.
De igual manera, para el Profesor Bosch, el Coronel Caamaño fue la continuación histórica del General Gaspar Polanco, el gran líder de la restauración.
Algún día, la historia deberá escribirse completa para ser justos:
Para ello, por lo menos bastaría con recordar que:
¡No fué sólo Luperon!
